Bartolo es un niño como cualquier otro: le gusta jugar, ensuciarse, hacer travesuras y soñar despierto. Lo que él ignora es que un sueño puede transformarse en realidad y estar llena de fantasía. Una noche en la que deseaba que ocurriera algo especial, su cama salió volando por el techo, llevándolo a vivir una aventura muy emocionante en la Cordillera de los Andes.

Julián era un niño ejemplar para sus padres: limpio,ordenado, nunca se enfadaba y obedecía sin rechistar. Pero vivía acosado por los miedos, que le impedían cumplir su mayor deseo: montar en el tren fantasma del parque de atracciones. Hasta que un día no tuvo más remedio que enfrentarse a lo inevitable.

Onaisín es un niño de la Tierra del Fuego, un niño selkman u ona. Como cualquier niño de su edad en la aldea, a los 5 años ya es tomado como un adulto. Un día los blancos se acercan a donde los onas estaban cazando y le ofrecen al padre de Onaisín cambiar a su hijo por una cuchara y varias piedras preciosas, y su papá acepta. Entonces Onaisín se va con los blancos a recorrer las costas de Chile. Al principio estaba muy feliz en el barco, pero cuando cambiaron el personal, se sintió muy solo. Después conoció a un hombre, que lo cuidó hasta que cumplió 15 años y a esa edad, unos hombres se lo llevan en un barco hacia Tierra del Fuego. Allí entra a la Ciudad de los césares donde vive muchas aventuras.

Un fantasma aterroriza a la princesa Ingrid y la amenaza para que renuncie al trono de Nortenborg. Aglaé no descansará hasta descubrir la verdad, ¿tendrá algo que ver con la leyenda vikinga que aún se cuenta?

Relata las aventuras de cuatro amigos, explorando e investigando en unas viejas ruinas del interior de un Toloño. Descubriran un mundo de pasadizos subterráneos. Encontrarán rastros y símbolos de sociedades secretas, de alquimistas, tesoros.... y una profecía cumplida.