Álex tiene trece años y está pasando unos días en un campamento de verano. Lo que nadie sabe es que Álex nunca está solo. Siempre lo acompañan sus tres Imagos, que velan por él con la esperanza de convertirse en Ángeles Custodios. Por culpa de ellos, resulta un chico algo raro y suelen burlarse de él. Un día, todo el campamento visita un centro científico cercano, dirigido por Bruno Sousa, un hombre obsesionado con los avances de la ciencia. A partir de ese día, nada volverá a ser lo mismo para Álex y sus amigos, que se verán empujados a vivir una aventura alucinante. ¿Serán capaces los Imagos de Álex de protegerle en esta ocasión?

Leandro es un niño de ocho años que se queja de que últimamente esta solo, porque el trabajo del padre le absorbe mucho tiempo, el de la madre la obliga a viajar mucho y estar poco en casa y, además, tiene pocos amigos. Con quien más unido se siente, y quien más lo conoce y comprende, es su abuelo Matías, pero vive en una residencia de ancianos. En su habitación comienzan a suceder hechos extraños: se oyen ruidos, huele a humo, aparecen algunas plumas...; siente la presencia de algo o de alguien. Y ese algo/alguien un día se deja ver y le confiesa que ha venido para ayudarle...

¿Qué harías tú si comprobaras que no te late el corazón? A Seve y sus amigos, tras un accidente en mula, les deja de latir el corazón y creen estar muertos. Son muertos muy extraños: pueden hablar entre ellos, se ven y hasta tienen hambre. Piensan que la gente no puede verlos y se dedican a hacer travesuras a todos los vecinos del pueblo.

Felipe Marlot lleva tiempo sin trabajar. Para no perder la forma, decide entrenarse siguiendo la pista del primer hombre que llame su atención. Como no es un detective cualquiera puede pasar cualquier cosa.

El pacífico Fray Perico se ve envuelto en una guerra que no entiende, la de la independencia. Su ingenuidad da un toque de humor a unos hechos realmente trágicos.