¿Por qué la publicidad solo puede colarse en la tele, los periódicos, la radio, internet, las camisetas, los autobuses y las vallas publicitarias, y nunca aparece en los libros? Sí, claro: resulta un tanto molesta para el lector, ¡pero puede cerrar los ojos, si quiere! ¡Al diablo con las quejas de los protestones! Por ello, este libro publicitario.
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