Anton coincide en la consulta del psicólogo con un extraño paciente: pálido como un cadáver, de ojos hundidos, pelo muy oscuro. Además, despide un fuerte olor a moho. Enseguida comprende que se halla ante un vampiro. Pero ¿qué hace allí un vampiro? Así comienzan para Anton y el pequeño Rüdiger una amistad muy especial.
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