Carmen, Marcelino, Lupita, Martín y otros muchos son los niños que viven en distintos países de América. A través de versos e ilustraciones nos tienden la mano y nos invitan a incorporarnos a la ronda de sus experiencias, sueños y anhelos.

"Fiorella empieza la enseñanza secundaria y su hermanita Maggie juega con sus ponis en la salita del jardín. La mamá las cuida y aconseja, las llena de abrazos, les canta, trabaja, se ocupa de todo. Pero un día, súbitamente, la mamá muere. Como en un juego de dominó en el que la caída de la primera ficha provoca el derrumbe de las demás, esa muerte no deja nada en pie: los vínculos familiares entran en crisis, y Fiore, sola con su dolor, debe hacerse cargo de su pequeña hermana. Volver a la escuela, salir con amigos, hacer la tarea: cada cosa resulta difícil... Todo se tambalea a su alrededor y ella deberá aprender a vivir en ese mundo nuevo que jamás hubiera querido habitar." La segunda novela de Carola Martínez nos cuenta la historia de Fiorella quien debe madurar de pronto y con eso, aprender más de la vida. Una novela para reflexionar acerca de la muerte, la familia y los aspectos verdaderamente importantes de la vida.

Una osa inmensa en el corazón de un bosque susurrante; en las pendientes escarpadas de la montaña. Que hace temblar a los adultos y a los corderos pero no a una frágil Omega, que se deja caer en sus brazos para después caminar juntas hacia las cumbres.

Orión es el perro de Isidro, un músico callejero. Un día este enferma, y como no puede quedarse en el hospital con él, ha de huir al bosque para evitar ser metido en una perrera. Allí descubrirá por azar las cajas que un mago ha dejado escondida y que los animales del bosque empiezan a utilizar para montar espectáculos entre ellos. Hasta que se enteran de que el mago necesita encontrar esos materiales para vencer a su enemigo Tenebro.

No había manera de que a Pablo Diablo se le cayera un diente. Era el único chico de la clase que tenía todos los dientes en su sitio. Hasta su hermano Roberto, el niño perfecto, había recibido ya, la visita del Ratón Pérez...