El día que entré en aquella casa descubrí que el lugar más vacío del mundo puede estar repleto de cosas. Y, si no lo está, yo puedo llenarlo.
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Lecturas
El día que entré en aquella casa descubrí que el lugar más vacío del mundo puede estar repleto de cosas. Y, si no lo está, yo puedo llenarlo.
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Los tres cerditos han recibido una carta muy especial: su tía Rosario les envía un montón de dinero para que se construyan una casa cada uno... Pero el lobo no está dispuesto a ponérselo fácil. Quiere destruir las casas porque dice que no cumplen las normas.
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No todo el mundo tiene la suerte de tener un tío tan divertido que es dueño de una casa con siete habitaciones: cuarto de estar, comedor, dormitorio, sótano, trastero, baño y habitación de animales. ¡Cuántas aventuras se pueden dar en un lugar así!
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Los vecinos de Dexi son tan especiales como él, viven sus vidas de forma independiente. Poco saben los unos de los otros hasta que los involucra a todos en una loca idea.
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¿Conoces a algún perro que coma chocolate en vez de huesos? Yo sí, se llama Nerti y, de tanto comer chocolate, ya no cabe en su casa, así que necesita una nueva.
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Los dos cerditos del cuento han aprendido la lección. Ahora son responsables y trabajadores, así que con la ayuda de su hermano mayor van a construir una casa de muy buena calidad ¡pero nunca hay que empezar la casa por el tejado!
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