Ficha Libro


¡Ay cuánto me quiero!

Esta es la historia de un chico que se ama por encima de todas las cosas y cuyo centro es él mismo. Un día, por casualidad,descubre a su vecina, una niña tímida que tiene un amigo imaginario y teme a los monstruos de la noche. A partir de ese momento, se inicia una relación entre la pequeña y este singular niño.

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¡Cumpleaños feliz!

Esta historia es un canto a la felicitación. Las voces proceden de un coro muy especial, capaz de conseguir armonía donde algunos solo esperaban oír un barullo espantoso. Lo que uno solo no puede hacer, lo harán mejor dos, y mejor todavía tres, cien, mil... Ahí está el secreto que nos transmite Carmen Vázquez-Vigo para que vivamos cada día con ilusión aunque no sea nuestro cumpleaños.

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¡Gela se ha vuelto vampira!

Gela está muy rara. Ya no se pone su falda de mariposas azules, ni trae caramelos de miel al colegio, ni juega con sus alumnos en el recreo; además le ha dado por pintarse de violeta alrededor de los ojos. Felipe dice que a lo mejor se ha vuelto vampira. Breixo cree que no es eso, y está dispuesto a todo para salvarla.

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¡Hola! Yo soy Otto Terremoto

Te presentamos al niño más revoltoso del planeta: Otto Terremoto. A Otto hay unas cuantas cosillas que le vuelven loco como hurgarse la nariz, ingeniar planes alocados y molestar a todos los que le rodean. Pero sin lugar a dudas lo que más le gusta en el mundo es... ¡meterse en líos! Esta vez, ha decidido boicotear la fiesta de Ángela, su repelente vecina... ¿Te vas a perder sus aventuras?

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¡Jorge habla!

Una niña llamada Laura tenía un hermano llamado Jorge. Un día Laura fue al cuarto de su hermano y descubrió que con cuatro semanas, el bebé hablaba. Jorge le dijo que era un secreto entre los dos. Jorge pensó que pronto lo tendría que decir a sus padres, después de unos días repetía como un loro lo que le decían. Una semana más tarde, ya hablaba normal.

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¡No funciona la tele!

Pepa León no hace más que ver la televisión. Pepa tiene un perro que se llama Barriga, pero no tiene tiempo para hacerle caso, por eso a Barriga no le gusta la tele. Una mañana, Pepa se da cuenta de que algo anda mal. La pantalla de la televisión está fría y negra. ¡Socorro! ¡Hay que buscar un taller de reparaciones!

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