Por más que lo intenta, Rita no puede dormir y su madre le propone que cuente ovejitas, pero tampoco da resultado y la niña decide probar con las ranas. De pronto entre las ovejitas y las ranas, se arma una verdadera batalla campal.
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Al nacer Beba, la familia de Mariña tuvo que cambiar de casa, pero en la nueva, Mariña se encontró con una sorpresa: el pasillo está lleno de sombras. Por el día no se ven, pero por la noche arman un jaleo de mil demonios. Mariña discurre la forma de vencerlas.
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Una joven hilandera vaga cumple su palabra y es muy agradecida con tres mujeres que le ayudan.
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Entre piratas, misterios y peligros, las Mellizas tendrán que demostrar que son muy valientes y que no le tienen miedo a nada. ¡Vive la aventura con Las Tres Mellizas al abordaje!
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No hay manera de que el abuelo tire sus viejas zapatillas. Pero la abuela no se da por vencida y utiliza mil trucos para conseguirlo, hasta que por fin...
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Me gusta leer porque puedo imaginar que soy un dragón malvado. Puedo hacer que alguien se encuentre mejor cuando está enfermo. Y puedo hacerlo en cualquier sitio.
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Un hermoso día de verano Laura y Boris reúnen sus ahorros para comprar un hermoso león de peluche: Bolo es rubio, tiene rizos y lleva una bufanda de lunares. Cuando llega el otoño, el brillo de los ojos de Bolo se apaga porque sus dos amigos están muy ocupados peleándose, parece que se han olvidado de su leoncito.
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Lidia y su hermano ponen todos los medios a su alcance para no irse a la cama; que si tienen miedo, que si tienen sed, que si quieren ver la televisión, que si no tienen sueño. Pero no hay manera, sus padres no ceden.
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Lidia y su hermano tienen la suerte de subirse a un avión y viajar ¡rumbo a América! Pero el avión vuela muy alto y el viaje dura muchas horas... De pronto los chicos se dan cuenta de que tienen que ir al baño y eso les preocupa mucho porque ¿qué pasa con lo que ellos hacen en el váter? ¿Cae encima de la gente?
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Lidia y su hermano tienen un bebé nuevo en la familia. Es una niña, se llama Susana y todos están preocupados porque no come nada. Pero Lidia y su hermano saben cómo solucionar ese problema. Tienen que demostrarle a Susana cómo se toma el biberón y aprovechan para hacerlo cuando están solos con la niña. Para explicárselo mejor se lo toman ellos y, cuando vuelve su madre, cree que lo ha hecho el propio bebé.
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